“Un programa bueno tras otro, no me dejan vivir” — Homer Jay Simpson
Tras uno de sus acostumbrados lloriqueos, Homero vuelve a
Dichoso el, que tiene la telera plena de buenos programas, entretenimiento de calidad indiscutible, que le obliga a permanecer frente al aparato en todo momento. No se podría pedir menos que eso para un servicio que priva casi totalmente del desarrollo humano, entorpece las relaciones familiares, evita el desarrollo físico de los individuos, engaña a la opinión pública y tuerce la cotidianeidad de las comunidades.
A mi no me pasa lo que a Homero,
Estoy muy pasado de peso, una dolorosa realidad que afecta principalmente a mi autoestima, pero no solo acaba ahí. Mi obesidad me hace blanco potencial de diferentes enfermedades crónico-degenerativas que acortarán mi vida de manera dramática o me harán vivir más con una deficiente calidad de vida. ¿A quien no le gustaría tener un cuerpo estilizado justo como los que aparecen en
Me gusta la música, oigo desde los Bukis y Chico Ché hasta lo más in del Jazz, en la lista de mi reproductor de mp3 destacan Beny Moré, 6 Million Dollar Weirdo, Roberto Carlos,
Me cuesta mucho trabajo comprender y después recordar las operaciones matemáticas: integrales, derivadas, funciones de Lagrange, series de datos, álgebra matricial, teoría de juegos, estadística, y cuanta cosa se me atraviese; las prácticas de matemáticas que nunca tengo se las debo a “Friends”
En el fregadero hay una montaña de trastes sucios que mi mamá tuvo a bien dejarme la obligación de lavarlos (algo para lo cual soy verdaderamente bueno), el baño que normalmente uso también tengo que lavarlo, aspirar las alfombras de mi cuarto, la escalera y la salita de TV son parte de mis deberes, bañar al perro y sacarlo a pasear. Los deberes que no termino se los debo a “Los Supercampeones”
Me gusta el fútbol y todo mundo sabe que las ligas llaneras son los fines de semana, casi todos los juegos de esas organizaciones terminan en alegres Caguamas, sin embargo, no queda de lado el ejercicio realizado en la cancha, la satisfacción de el juego cumplido, la alegría de la victoria o la amargura de la derrota, el gol anotado o recibido, los gritos del respetable. Los campeonatos que no gané en la liga de mi pueblo se los debo a los juegos del Atlante y los Pumas.
Lo peor de todo esto es que podría enumerar los programas realmente buenos que se han transmitido por la telera, la mayoría de las producciones nacionales son deficientísimas, las extranjeras no reflejan nuestra realidad,
Bueno, me despido por que están a punto de dar espaiderman 2 y todavía no la veo.